En el mundo de los negocios, hay historias que inspiran y nos recuerdan que los sueños sí se cumplen cuando se mezclan con esfuerzo, visión y perseverancia. Este es el caso de Miguel R., un joven latino que llegó a España con una mochila cargada de ilusiones y hoy es dueño de tres franquicias de comida rápida.
Miguel comenzó repartiendo pedidos en bicicleta por las calles de Barcelona. Con horarios extensos, lluvia o calor, nunca perdió la sonrisa ni el deseo de salir adelante. Durante su tiempo libre, aprovechaba para aprender sobre marketing digital, atención al cliente y gestión de negocios en cursos gratuitos online.
Cinco años después, tras ahorrar con disciplina y formar alianzas con otros emprendedores latinos, Miguel logró abrir su primer local. Hoy lidera un equipo de más de 20 personas, genera empleo para otros migrantes y ha demostrado que no hay barreras que detengan a quienes tienen claro su propósito.
“Lo más importante no es de dónde vienes, sino hacia dónde vas. Yo quería ser libre, y ahora ayudo a otros a lograr lo mismo”, comenta orgulloso.
Miguel es un ejemplo del poder de la comunidad latina: trabajadora, resiliente y llena de talento. Su historia es una entre miles que suceden cada día en Europa y el mundo. Y merece ser contada.